Adecuació peatonal para la Torre del Rellotge
La Sombra como materia efímera protagoniza esta adecuación de espacio urbano en el Puerto de Barcelona.
Al final de la calle de Escar se encuentra el acceso al muelle de Pescadores, en cuyo interior se ubica uno de los primeros faros de la costa catalana (1772), transformado en reloj en el año 1911. Torre del Rellotge es un edificio protegido como Bien Cultural de Interés Local, que ostenta también el privilegio de ser referencia para establecer la longitud de un metro (Academia de Ciencias de Francia – 1791).
Tratándose de un hito de importancia histórica, había quedado inaccesible al ciudadano. La reordenación de los usos en los espacios portuarios, en particular los que limitan con la zona urbana, es una tarea progresiva -por extensa- pero englobada en un sólido concepto de aproximar el puerto a la ciudad.
Esta transformación se desarrolla bajo la atención de la Gerencia Urbanística del Port Vell así como de la Autoridad Portuaria.
La reciente construcción de la nueva Lonja de Pescadores incorpora una rampa elevada, la cual arranca justo al pasar la Torre del Rellotge. Esta rampa permite la visita del interior portuario sin interferir con las operaciones de los pescadores. La remodelación de la zona del muelle prevé un amplio paso de uso ciudadano en el frente de la Marina Nautica, alcanzando la calle de Escar.
El encargo de «amueblar» la nueva zona de paso ciudadano tiene por objeto aportar un mínimo confort al visitante, ofreciendo elementos que fomenten el encuentro social y atiendan la pausa en el camino. La combinación y disposición de las piezas de mobiliario urbano, permite diferenciar el recorrido sugerido y transmitir dinamismo a la zona. Se seleccionan elementos de clara vocación como banco y se combinan con otros de geometría abstracta o con referencia a las piedras.
Un recorrido que ofrece proximidad histórica y fomenta la curiosidad por la actividad portuaria.
El objetivo del proyecto es adecuar una parte del muelle de pescadores para su utilización como paso de peatones, permitiendo disponer de zonas de descanso y a su vez activar recorridos libres para los visitantes, favoreciendo una experiencia de paso amena y funcional. Para lograr los objetivos del proyecto se dispone únicamente del mobiliario, el cual se selecciona diverso y se agrupa o disgrega según su modelo de definición más concreto o abstracto, con una intención conjunta de establecer recorridos no únicamente lineales.
El punto común del mobiliario es el material de fabricación, que por su concepción de bajo mantenimiento se elige en hormigón. En cuanto al cromatismo se elige el color blanco en la fabricación del hormigón, por su efecto de contraste sobre el pavimento de color rojo. (mobiliario Escofet1886)
Se proyecta un recorrido sinusoide cruzando por el interior de cada uno de los grupos de bancos curvos, controlando la distancia entre piezas, el paso al frente con un corredor de emergencia y en la parte posterior una pista peatonal de paso directo con ancho 120cm. Toda la zona es llana, adecuada a visitantes con movilidad reducida, permitiendo acceder a la rampa elevada sobre el puerto.
La orientación de la zona peatonal permite disfrutar en horario diurno de la efímera materia que completa el diseño de implantación, la sombra del vallado que separa el sector público del ámbito de operaciones de los pescadores. Las alargadas sombras del vallado resaltan las volumetrías del mobiliario urbano, estampando una peculiar identidad al lugar.
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